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¿QUÉ ES LA RADIOFRECUENCIA Y PARA QUÉ SE USA EN LA ESTÉTICA?
Los avances en la estética no cesan y nos ayudan a combatir muchos de los problemas a los que nos enfrentamos cada día. Uno de los tratamientos que ya está consolidado y que merece toda la reputación que tiene es la radiofrecuencia. Tanto para mejorar nuestra piel y evitar las arrugas, como para acabar con la celulitis y hacer que nuestra circulación se active y para eliminar la grasa y los fluidos de nuestro cuerpo. Un tratamiento completo e integral que vamos a analizar para que todo el mundo conozca en profundidad y se beneficie de todas las ventajas que la radiofrecuencia tiene en la estética.
La radiofrecuencia en estética es una técnica adaptada de la medicina general que se ha adaptado para mejorar nuestra figura y los problemas de la piel. Este tratamiento consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas de alta frecuencia sobre la piel para atacar las diferentes capas que tiene y mejorarlas. Es un tratamiento no invasivo e indoloro que es capaz de mejorar el colágeno, la circulación, la disolución de la grasa, el drenaje linfático... Para decirlo más técnicamente, es una radiación electromagnética que oscila simultáneamente en el campo eléctrico y magnético capaz de entrar en las capas más profundas de la dermis y actuar sobre ellas. Y aunque suene un poco agresivo, este tratamiento, como ya hemos dicho, no produce ninguna sensación de dolor al paciente. Tal vez pueda sentir ardor o sensibilidad, pero nunca dolor.
LOS BENEFICIOS DE LA RADIOFRECUENCIA FACIAL
Como hemos explicado, la radiofrecuencia es capaz de mejorar tanto nuestra cara como nuestro cuerpo. La radiofrecuencia facial, encargada de mejorar la piel de nuestra cara (e incluso del resto de nuestro cuerpo), nos proporcionará los siguientes beneficios

Estimula la producción de colágeno para una mayor elasticidad de la piel. Elimina las arrugas, devolviendo a la cara la juventud perdida.
Activa la circulación y devuelve toda la luminosidad a la piel.
Reduce visiblemente la flacidez y los problemas de doble mentón, uno de los aspectos que hacen que la cara envejezca.